Ya, pues, Señor, no olvides que son tus servidores; ellos son tu pueblo, que has salvado con tu gran poder y fuerte mano.
Escucha mi oración y la de estos que solamente desean honrar tu Nombre. Te ruego me ayudes ahora. Haz que sea bien recibido por el rey.» Yo, entonces, era encargado de preparar las bebidas para el rey.