But the God of all grace, who hath called us unto his eternal glory by Christ Jesus, after that ye have suffered a while, make you perfect, stablish, strengthen, settle you.
Cuatro hombres se hallaban en la entrada de la ciudad, al otro lado del muro. Eran leprosos. Ese dÃa se dijeron: «¿Vamos a quedar aquà hasta morir?
Si decidimos entrar en la ciudad, allà nos moriremos de hambre; y si nos quedamos aquÃ, moriremos igual. Asà que vamos a pasarnos al campamento de los arameos. Si nos dejan vivir, viviremos. Y si nos matan, moriremos.»
Se levantaron al anochecer para ir al campamento, pero cuando lo alcanzaron no encontraron allà a nadie.
Se habÃan retirado, pues, al anochecer, para salvarse, abandonando sus tiendas de campaña, caballos y burros, dejando el campamento tal como estaba.
Aquellos leprosos llegaron al lÃmite del campamento y entraron en una tienda de campaña. Comieron, bebieron y se llevaron de allà plata, oro y ropa que fueron a esconder en el suelo. Volvieron a otra tienda de donde sacaron lo que hallaron y lo escondieron de la misma manera.
Pero pensaron: «No está bien lo que hacemos, hoy es un dÃa de buenas noticias, y si nosotros callamos hasta mañana, tendremos culpa, asà que vayamos a anunciarlo a la gente del rey.»
Tomaron dos carros con sus caballos y los envió el rey a seguir a los arameos.
Llegaron hasta el Jordán, y todo el camino estaba lleno de vestidos y objetos abandonados los arameos en su huida.Los mensajeros volvieron y se lo dijeron al rey.
El rey habÃa mandado a su escudero que vigilara la entrada de la ciudad, pero fue pisoteado ahà mismo por la muchedumbre, y murió, según lo habÃa dicho Eliseo cuando el rey bajó a verlo.