El rey rompió las imágenes de los falsos dioses, cortó los troncos sagrados, y los lugares en donde se encontraban fueron llenados de huesos humanos para hacerlos impuros.
Lo demás referente a JosÃas y lo que hizo está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá.
En esos dÃas pasó el faraón Necao, que iba a juntarse con el rey de Asur. El rey JosÃas salió a su encuentro, pero Necao lo mató en Meguido, en cuanto lo vio.
Y puso por rey a otro hijo de JosÃas, Elyaquim, como sucesor de su padre, y le cambió el nombre en Joaquim. En cuanto a Joacaz, lo tomó y lo llevó a Egipto, donde murió.
Joaquim entregó la plata y el oro al faraón y, para pagar la contribución que el faraón exigÃa, impuso una tasa a todo el paÃs. Cada uno tuvo que pagar su cuota según lo que poseÃa. Asà Joaquim cobró de todo el pueblo el oro y la plata que debÃa dar al faraón.