But the God of all grace, who hath called us unto his eternal glory by Christ Jesus, after that ye have suffered a while, make you perfect, stablish, strengthen, settle you.
Cuando AtalÃa, madre de OcozÃas, vio que habÃa muerto su hijo, decidió exterminar a toda la descendencia del rey.
Pero Josaba, hermana de OcozÃas, tomó a Joás, su sobrino, y lo sacó de entre los hijos del rey a los que estaban matando, y lo puso con su nodriza, en el dormitorio. Asà lo ocultó a la vista de AtalÃa y el niño se salvó.
Luego les dio órdenes: «El tercio de sus hombres que vienen el sábado guardarán la casa del rey, un tercio estará en la Puerta de Fundación, y el último en la puerta de atrás. Harán la guardia sucesivamente.
En cuanto a los que salen de su servicio el dÃa sábado,
Ustedes estarán a su lado, cada uno con sus armas en la mano, y a todo aquel que quiera atravesar sus lÃneas lo matarán. Ustedes cuidarán del rey dondequiera que vaya.»
Los jefes de los guardias hicieron lo que les dijo el sacerdote Joyada y se presentaron con todos sus hombres, tanto los que salÃan el dÃa sábado como los que entraban ese dÃa.
Entonces el sacerdote Joyada hizo salir al hijo del rey, le puso la corona y el brazalete, lo proclamó y lo consagró. Todos aplaudÃan, gritando y diciendo: «¡Viva el rey!»
El rey estaba de pie junto a la columna, como era costumbre, y a su lado estaban los oficiales y las trompetas. Los ciudadanos estaban llenos de alegrÃa y tocaban las trompetas. Al ver esto, AtalÃa rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición! ¡Traición!»
Todos los ciudadanos fueron al templo de Baal y lo destruyeron. Rompieron los altares y las imágenes y mataron a Matán, sacerdote de Baal, delante de su altar.