Si ahora me sirves como tu padre David, de todo corazón, y con rectitud, haciendo todo lo que te ordene y guardando mis mandamientos y mis ceremonias,
pues Faraón, rey de Egipto, habÃa subido y se habÃa apoderado de Gazer, la incendió y mató a todos los cananeos que habitaban en la ciudad y se la dio en herencia a su hija, la esposa de Salomón.
Pero Salomón no empleó a ningún israelita como esclavo para construir sus obras, sino que ellos eran sus hombres de guerra, sus oficiales y sus jefes, sus escuderos, jefes de sus carros y de su caballerÃa.
Los capataces que estaban al frente de las obras de Salomón y mandaban a la mano de obra requisada eran quinientos cincuenta.