Tratarás, en cambio, muy bien a los hijos de Barzilay de Galaad. Los harás sentarse diariamente a tu mesa, pues ellos me atendieron cuando yo andaba huyendo de tu hermano Absalón.
Ella añadió: «Da a Abisag, la sunamita, por esposa a tu hermano AdonÃas.»
El rey Salomón respondió a su madre: «Con esto me pides que le entregue mi reino, pues es mi hermano mayor y lo apoyan el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Sarvia.»
Pero, al cabo de tres años, dos de los esclavos de Semeà fueron a refugiarse al territorio de AquÃs, hijo de Maaca, rey de Gat. Se lo avisaron a SemeÃ: «Tus esclavos están en Gat.»
Semeà se levantó, aparejó su burro y fue a Gat, donde AquÃs, para recobrar sus esclavos. No hizo más que ir y volver con ellos.