Este es el resultado del censo que Joab entregó al rey: en Israel habÃa ochocientos mil hombres capaces de manejar la espada, y en Judá, quinientos mil.
David dijo al profeta Gad: «Estoy en un gran apuro, pero prefiero caer en las manos de Dios, cuya misericordia es grande, y no caer en manos de los hombres.»