(Los gabaonitas no pertenecÃan al pueblo de Israel, sino que eran descendientes de los amorreos. HabÃan hecho alianza con los israelitas y a pesar de ello, Saúl, en cierta ocasión, quiso exterminarlos, pensando hacer algo bueno para Israel y Judá.)
Risfá, la hija de Haya, extendió un saco sobre el roquerÃo y se quedó allà desde el tiempo de la siega hasta la estación de las lluvias. No permitió que los destrozaran ni las aves de rapiña, en el dÃa, ni las fieras salvajes durante la noche.
Cuando supo David lo que habÃa hecho Risfá, concubina de Saúl,
De nuevo hubo guerra entre los filisteos e Israel. David con sus servidores bajaron y a atacaron a los filisteos.
En el momento que David estaba cansado, se presentó Dodó, hijo de Joás, descendiente de Rafá, quien tenÃa una lanza de bronce que pesaba tres kilos y medio, además de su espada nueva. Este trató de matar a David.
Pero AbisaÃ, hijo de Sarvia, vino en su ayuda e hirió de muerte al filisteo. Entonces, los hombres de David le pidieron con insistencia: «No salgas más con nosotros a la guerra para que no se apague la antorcha de Israel.»
En Gob hubo otra batalla contra los filisteos, en la que Sibekay de Jusa mató a Saf, otro de los descendientes de Rafá.