Entonces Amnón dijo a Tamar: «Trae el plato al dormitorio para que coma de tu mano.» Y Tamar tomó las tortas que habÃa preparado y se las llevó a su hermano Amnón a su habitación.
Pero ella le respondió: «¡No, hermano mÃo! No me fuerces porque esto no se hace en Israel. No cometas esta infamia.
¿A dónde irÃa yo con mi deshonra? Y tú serÃas un infame en Israel. Habla ahora mismo con el rey, que seguramente no se negará a darme a ti en matrimonio.»
TodavÃa estaban en camino, cuando llegó a oÃdos de David el rumor de que Absalón habÃa dado muerte a todos los hijos del rey, sin que escapara ninguno.
Yonadab, hijo de Simá, hermano de David, intervino y dijo: «No piense mi señor, el rey, que murieron todos los jóvenes hijos del rey.
No; sólo Amnón ha muerto, pues Absalón habÃa decidido eliminarlo desde el dÃa en que Amnón violó a su hermana Tamar. QuÃtese, pues, oh señor, esa idea de la cabeza de que han muerto todos sus hijos.
El único que murió fue Amnón, y Absalón huyó.»Un joven que estaba de vigÃa divisó a un gran grupo de gente que descendÃa por el camino de Bajurim. Fue inmediatamente a comunicárselo al rey.
Entonces Yonadab dijo al rey: «¿No ves que era cierto lo que te decÃa? Esos son tus hijos, que están llegando.»