But the God of all grace, who hath called us unto his eternal glory by Christ Jesus, after that ye have suffered a while, make you perfect, stablish, strengthen, settle you.
En cierto momento, Jacob vio algo: era Esaú que se acercaba con los cuatrocientos hombres. Distribuyó entonces a los hijos entre LÃa, Raquel y las dos siervas.
Le dijo Esaú: «Hermano, yo tengo de todo, guarda lo que es tuyo».
Pero Jacob contestó: «No, por favor. Si realmente me quieres, acepta el regalo que te ofrezco, pues me he presentado ante ti como ante Dios, y tú me has acogido.
Acepta, pues, el regalo que te he traÃdo, ya que Dios me ha favorecido, y tengo de todo.» Jacob insistió tanto, que Esaú aceptó.
Jacob le dijo: «Mi señor sabe bien que los niños son delicados, y tengo ovejas y vacas paridas, que si las hago andar muy apuradas, en un solo dÃa todo el ganado menor morirá.
Respondió Esaú: «Por lo menos acepta que se queden contigo algunos de los hombres que me acompañan.». Jacob replicó: «No es necesario si tengo paz contigo.»
Aquel mismo dÃa regresó Esaú a SeÃr,
y Jacob se dirigió a Sucot, donde se construyó una casa e hizo chozas para sus rebaños; a esto se debió que aquel lugar fuese llamado Sucot (o sea, chozas).
Regresando de Padán-Aram, Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, en el paÃs de Canaán, y acampó frente a la ciudad.
Compró por cien monedas de plata a los hijos de Hamor, que era padre de Siquem, el pedazo de tierra en que habÃa instalado sus tiendas.
Allà construyó un altar, llamando a este lugar: «El, el Dios de Israel.».