Paul, an apostle of Jesus Christ by the will of God, and Timothy our brother, unto the church of God which is at Corinth, with all the saints which are in all Achaia:
Y oà una gran voz que desde el templo decÃa a los siete ángeles: Id y derramad en la tierra las siete copas del furor de Dios.
El primer ángel fue y derramó su copa en la tierra; y se produjo una llaga repugnante y maligna en los hombres que tenÃan la marca de la bestia y que adoraban su imagen.
El segundo ángel derramó su copa en el mar, y se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser viviente que habÃa en el mar.
El tercer ángel derramó su copa en los rÃos y en las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.
Y oà al ángel de las aguas, que decÃa: Justo eres tú, el que eres, y el que eras, oh Santo, porque has juzgado estas cosas;
pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y tú les has dado a beber sangre; lo merecen.
Y oà al altar, que decÃa: SÃ, oh Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus juicios.
El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol; y al sol le fue dado quemar a los hombres con fuego.
Y los hombres fueron quemados con el intenso calor; y blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se quedó en tinieblas, y se mordÃan la lengua de dolor.
Y blasfemaron contra el Dios del cielo por causa de sus dolores y de sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.
El sexto ángel derramó su copa sobre el gran rÃo Eufrates; y sus aguas se secaron para que fuera preparado el camino para los reyes del oriente.
Y vi salir de la boca del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, a tres espÃritus inmundos semejantes a ranas;
pues son espÃritus de demonios que hacen señales, los cuales van a los reyes de todo el mundo, a reunirlos para la batalla del gran dÃa del Dios Todopoderoso.
(He aquÃ, vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas, no sea que ande desnudo y vean su vergüenza.)
Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
Entonces hubo relámpagos, voces y truenos; y hubo un gran terremoto tal como no lo habÃa habido desde que el hombre está sobre la tierra; fue tan grande y poderoso terremoto.
La gran ciudad quedó dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios para darle el cáliz del vino del furor de su ira.
Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.
Y enormes granizos, como de un talento cada uno, cayeron sobre los hombres; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque su plaga fue sumamente grande.