Cuando el AltÃsimo dio a las naciones su herencia, cuando separó los hijos del hombre, fijó los lÃmites de los pueblos según el número de los hijos de Israel.
Pues la porción del Señor es su pueblo; Jacob es la parte de su heredad.
Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra, y comió el producto del campo; le hizo gustar miel de la peña, y aceite del pedernal,
cuajada de vacas y leche de ovejas, con grosura de corderos, y carneros de raza de Basán y machos cabrÃos, con lo mejor del trigo; y de la sangre de uvas bebiste vino.
Pero Jesurún engordó y dio coces (has engordado, estás cebado y rollizo); entonces abandonó a Dios que lo hizo, y menospreció a la Roca de su salvación.
Le provocaron a celos con dioses extraños, con abominaciones le provocaron a ira.
Ofrecieron sacrificios a demonios, no a Dios, a dioses que no habÃan conocido, dioses nuevos que vinieron recientemente, a los que vuestros padres no temieron.
Despreciaste a la Roca que te engendró, y olvidaste al Dios que te dio a luz.
Y el Señor vio esto, y se llenó de ira a causa de la provocación de sus hijos y de sus hijas.
porque fuego se ha encendido en mi ira, que quema hasta las profundidades del Seol, consume la tierra con su fruto, e incendia los fundamentos de los montes.
si no hubiera temido la provocación del enemigo, no sea que entendieran mal sus adversarios, no sea que dijeran: 'Nuestra mano ha triunfado, y no es el Señor el que ha hecho todo esto.'"
Porque son una nación privada de consejo, y no hay en ellos inteligencia.
Ojalá que fueran sabios, que comprendieran esto, que discernieran su futuro.
¿Cómo es que uno puede perseguir a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido, y el Señor no los hubiera entregado?
En verdad, su roca no es como nuestra Roca; aun nuestros mismos enemigos asà lo juzgan.
Porque la vid de ellos es de la vid de Sodoma y de los campos de Gomorra; sus uvas son uvas venenosas, sus racimos, amargos.
Su vino es veneno de serpientes, y ponzoña mortal de cobras.
"¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?
"MÃa es la venganza y la retribución; a su tiempo el pie de ellos resbalará, porque el dÃa de su calamidad está cerca, ya se apresura lo que les está preparado."
Porque el Señor vindicará a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos, cuando vea que su fuerza se ha ido, y que nadie queda, ni siervo ni libre.
Dirá El entonces: "¿Dónde están sus dioses, la roca en que buscaban refugio,
los que comÃan la grosura de sus sacrificios, y bebÃan el vino de su libación? ¡Que se levanten y os ayuden! ¡Que sean ellos vuestro refugio!
"Ved ahora que yo, yo soy el Señor, y fuera de mà no hay dios. Yo hago morir y hago vivir. Yo hiero y yo sano, y no hay quien pueda librar de mi mano.
"Ciertamente, alzo a los cielos mi mano, y digo: Como que vivo yo para siempre,
Regocijaos, naciones, con su pueblo, porque El vengará la sangre de sus siervos; traerá venganza sobre sus adversarios, y hará expiación por su tierra y su pueblo.
Sube a estos montes de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab frente a Jericó, y mira hacia la tierra de Canaán, la cual doy a los hijos de Israel en posesión.
Morirás en el monte al cual subes, y serás reunido a tu pueblo, asà como murió tu hermano Aarón sobre el monte Hor, y fue reunido a su pueblo;
porque me fuisteis infieles en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin, porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel.
Por tanto, sólo de lejos verás la tierra, pero allà no entrarás, a la tierra que doy a los hijos de Israel.