Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Y tomamos en aquel entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomáramos: sesenta ciudades, toda la región de Argob, el reino de Og en Basán.
Las destruimos totalmente, como hicimos con Sehón, rey de Hesbón, exterminando a todos los hombres, mujeres y niños de cada ciudad;
pero tomamos como nuestro botÃn todos los animales y los despojos de las ciudades.
Asà tomamos entonces la tierra de mano de los dos reyes de los amorreos que estaban del otro lado del Jordán, desde el valle del Arnón hasta el monte Hermón
(los sidonios llaman a Hermón, Sirión, y los amorreos lo llaman Senir):
todas las ciudades de la meseta, todo Galaad y todo Basán, hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán.
(Porque sólo Og, rey de Basán, quedaba de los gigantes. Su cama era una cama de hierro; está en Rabá de los hijos de Amón. TenÃa nueve codos de largo y cuatro codos de ancho, según el codo de un hombre.)
Tomamos posesión, pues, de esta tierra en aquel tiempo. Desde Aroer, que está en el valle del Arnón, y la mitad de la región montañosa de Galaad y sus ciudades, se la di a los rubenitas y a los gaditas.
A los rubenitas y a los gaditas les di desde Galaad hasta el valle del Arnón, el medio del valle como frontera, hasta el arroyo Jaboc, frontera de los hijos de Amón;
"PermÃteme, te suplico, cruzar y ver la buena tierra que está al otro lado del Jordán, aquella buena región montañosa y el LÃbano."
Pero el Señor se enojó conmigo a causa de vosotros, y no me escuchó; y el Señor me dijo: "¡Basta! No me hables más de esto.
"Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al occidente, al norte, al sur y al oriente, y mÃrala con tus propios ojos, porque tú no cruzarás este Jordán.