Porque eres pueblo santo para el Señor tu Dios; y el Señor te ha escogido para que le seas un pueblo de su exclusiva posesión de entre los pueblos que están sobre la faz de la tierra.
Mas si el camino es tan largo para ti, que seas incapaz de llevar el diezmo por estar lejos el lugar donde el Señor tu Dios escoja para poner allà su nombre, cuando el Señor tu Dios te haya bendecido,
entonces lo cambiarás por dinero, y atarás el dinero en tu mano e irás al lugar que el Señor tu Dios escoja.
Y podrás gastar el dinero en todo lo que tu corazón apetezca: en vacas u ovejas, en vino o sidra, o en cualquier otra cosa que tu corazón desee; allà comerás en presencia del Señor tu Dios, y te alegrarás tú y tu casa.