"Volveos; partid e id a la región montañosa de los amorreos, y a todos sus vecinos, en el Arabá, en la región montañosa, en el valle, en el Neguev, y por la costa del mar, la tierra de los cananeos y el LÃbano, hasta el gran rÃo, el rÃo Eufrates.
Partimos de Horeb y pasamos por todo aquel vasto y terrible desierto que visteis, camino de la región montañosa de los amorreos, tal como el Señor nuestro Dios nos habÃa mandado, y llegamos a Cades-barnea.
"Mira, Israel, el Señor tu Dios ha puesto la tierra delante de ti; sube, toma posesión de ella, como el Señor, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni te acobardes."
Entonces todos vosotros os acercasteis a mÃ, y dijisteis: "Enviemos hombres delante de nosotros, que nos exploren la tierra, y nos traigan noticia del camino por el cual hemos de subir y de las ciudades a las cuales entraremos."
Y ellos partieron y subieron a la región montañosa, y llegaron hasta el valle de Escol, y reconocieron la tierra.
Tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron; y nos dieron un informe, diciendo: "Es una tierra buena que el Señor nuestro Dios nos da."
Sin embargo, no quisisteis subir, y os rebelasteis contra el mandato del Señor vuestro Dios.
Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: "Porque el Señor nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos.
"¿Adónde subiremos? Nuestros hermanos nos han atemorizado, diciendo: 'El pueblo es más grande y más alto que nosotros; las ciudades son grandes y fortificadas hasta el cielo. Y además vimos allà a los hijos de Anac.'"
Entonces yo os dije: "No temáis ni les tengáis miedo.
"El Señor vuestro Dios, que va delante de vosotros, El peleará por vosotros, asà como lo hizo delante de vuestros ojos en Egipto,
Pero con todo esto, no confiasteis en el Señor vuestro Dios,
que iba delante de vosotros en el camino para buscaros lugar dónde acampar, con fuego de noche y nube de dÃa, para mostraros el camino por donde debÃais andar.
Entonces oyó el Señor la voz de vuestras palabras, y se enojó y juró, diciendo:
"Pero vosotros, volveos y partid hacia el desierto por el camino del mar Rojo."
Entonces respondisteis y me dijisteis: "Hemos pecado contra el Señor; nosotros subiremos y pelearemos tal como el Señor nuestro Dios nos ha mandado." Y cada uno de vosotros se ciñó sus armas de guerra, y pensasteis que era fácil subir a la región montañosa.
Y los amorreos que moraban en aquella región montañosa salieron contra vosotros, y os persiguieron como lo hacen las abejas, y os derrotaron desde Seir hasta Horma.
Entonces volvisteis y llorasteis delante del Señor, pero el Señor no escuchó vuestra voz, ni os prestó oÃdo.
Por eso permanecisteis en Cades muchos dÃas, los dÃas que pasasteis allà .