puesto que ellos han sabido de mà desde hace mucho tiempo, si están dispuestos a testificar, que vivà como fariseo, de acuerdo con la secta más estricta de nuestra religión.
Y ahora soy sometido a juicio por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres:
que nuestras doce tribus esperan alcanzar al servir fielmente a Dios noche y dÃa. Y por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los judÃos.
Ocupado en esto, cuando iba para Damasco con autoridad y comisión de los principales sacerdotes,
al mediodÃa, oh rey, yendo de camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecÃa en torno mÃo y de los que viajaban conmigo.
librándote del pueblo judÃo y de los gentiles, a los cuales yo te envÃo,
para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mÃ, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados."
Por consiguiente, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial,
que el Cristo habÃa de padecer, y que por motivo de su resurrección de entre los muertos, El debÃa ser el primero en proclamar luz tanto al pueblo judÃo como a los gentiles.
Mientras Pablo decÃa esto en su defensa, Festo dijo a gran voz: ¡Pablo, estás loco! ¡Tu mucho saber te está haciendo perder la cabeza!
Mas Pablo dijo: No estoy loco, excelentÃsimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.