Y ellos dijeron: A Cornelio el centurión, un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los judÃos, le fue ordenado por un santo ángel que te hiciera venir a su casa para oÃr tus palabras.
Entonces los invitó a entrar y los hospedó. Al dÃa siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.
Al otro dÃa entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando y habÃa reunido a sus parientes y amigos Ãntimos.
Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró.
Y Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro dÃas, estaba yo orando en mi casa a la hora novena; y he aquÃ, un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mÃ,
y dijo: "Cornelio, tu oración ha sido oÃda, y tus obras de caridad han sido recordadas delante de Dios.