Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado.
Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando.
¡Ay de vosotros, guÃas ciegos!, que decÃs: "No es nada el que alguno jure por el templo; pero el que jura por el oro del templo, contrae obligación."
¡GuÃas ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
para que recaiga sobre vosotros la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de ZacarÃas, hijo de BerequÃas, a quien asesinasteis entre el templo y el altar.
En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.