Pues cuando subieron hasta el valle de Escol, y vieron la tierra, desalentaron a los hijos de Israel para que no entraran a la tierra que el Señor les habÃa dado.
Y la ira del Señor se encendió aquel dÃa y juró, diciendo:
Y se encendió la ira del Señor contra Israel, y los hizo vagar en el desierto por cuarenta años, hasta que fue acabada toda la generación de los que habÃan hecho mal ante los ojos del Señor.
pero nosotros nos armaremos para ir delante de los hijos de Israel hasta que los introduzcamos en su lugar, mientras que nuestros pequeños se quedarán en las ciudades fortificadas por causa de los habitantes de la tierra.
No volveremos a nuestros hogares hasta que cada uno de los hijos de Israel haya ocupado su heredad.
Porque no tendremos heredad con ellos al otro lado del Jordán y más allá, pues nuestra heredad nos ha tocado de este lado del Jordán, al oriente.
Nosotros cruzaremos armados en la presencia del Señor a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad quedará con nosotros de este lado del Jordán.