Las hijas de Zelofehad tienen razón en lo que dicen. Ciertamente les darás herencia entre los hermanos de su padre, y pasarás a ellas la herencia de su padre.
Porque cuando os rebelasteis contra mi mandamiento en el desierto de Zin durante la contienda de la congregación, debisteis santificarme en las aguas ante sus ojos. (Esas son las aguas de Meriba, de Cades, en el desierto de Zin.)