Cuando el cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el Neguev, oyó que Israel subÃa por el camino de Atarim, peleó contra Israel y le tomó algunos prisioneros.
Y oyó el Señor la voz de Israel y les entregó a los cananeos; y los israelitas los destruyeron por completo, a ellos y a sus ciudades. Por eso se llamó a aquel lugar Horma.
Partieron del monte de Hor, por el camino del mar Rojo, para rodear la tierra de Edom, y el pueblo se impacientó por causa del viaje.
Y partieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en el desierto que está frente a Moab, al oriente.
De allà partieron y acamparon en el valle de Zered.
De allà partieron y acamparon al otro lado del Arnón, que está en el desierto y que sale del territorio de los amorreos, pues el Arnón es la frontera de Moab, entre Moab y los amorreos.
Por tanto se dice en el Libro de las Guerras del Señor: Vaheb que está en Sufa y los arroyos del Arnón,
y la ladera de los arroyos que llega hasta el sitio de Ar y se apoya en la frontera de Moab.
Pero Sehón no permitió a Israel pasar por su territorio. Y reunió Sehón a todo su pueblo y salió al encuentro de Israel en el desierto, y llegó a Jahaza y peleó contra Israel.
Pero Israel lo hirió a filo de espada y tomó posesión de su tierra desde el Arnón hasta el Jaboc, hasta la frontera con los hijos de Amón, porque Jazer era la frontera de los hijos de Amón.
Israel tomó todas estas ciudades, y habitó Israel en todas las ciudades de los amorreos, en Hesbón y en todas sus aldeas.
Porque Hesbón era la ciudad de Sehón, rey de los amorreos, quien habÃa peleado contra el rey anterior de Moab y le habÃa quitado de su mano toda su tierra, hasta el Arnón.
Por eso dicen los que usan proverbios: Venid a Hesbón. Sea edificada. Sea establecida la ciudad de Sehón.
Porque fuego salió de Hesbón, una llama del pueblo de Sehón; devoró a Ar de Moab, a los señores de las alturas del Arnón.
¡Ay de ti, Moab! ¡Destruido eres, oh pueblo de Quemos! Ha dado a sus hijos como fugitivos y a sus hijas a la cautividad, a un rey amorreo, Sehón.