Vete al cautiverio, habitante de Safir, en vergonzosa desnudez. La que habita en Zaanán no escapa. La lamentación de Bet-esel es que El quitará de vosotros su apoyo.
Unce al carro los corceles, habitante de Laquis (ella fue principio de pecado para la hija de Sion); porque en ti fueron halladas las rebeliones de Israel.