Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
Palabra del Señor que vino a Joel, hijo de Petuel.
OÃd esto, ancianos, y prestad oÃdo, habitantes todos de la tierra. ¿Ha acontecido cosa semejante en vuestros dÃas, o en los dÃas de vuestros padres?
Contadlo a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la siguiente generación.
Lo que dejó la oruga, lo comió la langosta; lo que dejó la langosta, lo comió el pulgón; y lo que dejó el pulgón, lo comió el saltón.
CeñÃos de cilicio , y lamentaos, sacerdotes; gemid, ministros del altar. Venid, pasad la noche ceñidos de cilicio, ministros de mi Dios, porque sin ofrenda de cereal y sin libación ha quedado la casa de vuestro Dios.
Promulgad ayuno, convocad asamblea; congregad a los ancianos y a todos los habitantes de la tierra en la casa del Señor vuestro Dios, y clamad al Señor.
¡Ay de ese dÃa! Porque está cerca el dÃa del Señor, y vendrá como destrucción del Todopoderoso.
¿No ha sido suprimido el alimento de delante de nuestros ojos, y la alegrÃa y el regocijo de la casa de nuestro Dios?
Las semillas se han secado bajo los terrones; los almacenes han sido asolados, los graneros derribados porque se secó el grano.
¡Cómo muge el ganado! Andan vagando los hatos de vacas porque no hay pasto para ellas; hasta los rebaños de ovejas sufren.
A ti clamo, oh Señor, porque el fuego ha devorado los pastos del desierto, y la llama ha consumido todos los árboles del campo.
Aun las bestias del campo braman por ti, porque se han secado los arroyos de agua, y el fuego ha devorado los pastos del desierto.