Asà dice el Señor Dios a Tiro: Al estruendo de tu caÃda, cuando giman los heridos, cuando se haga la matanza en medio de ti, ¿no se estremecerán las costas?
Entonces descenderán de sus tronos todos los prÃncipes del mar, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus vestiduras bordadas. Se vestirán de temores, se sentarán en tierra, temblarán a cada momento y se horrorizarán a causa de ti.
Elevarán una elegÃa por ti, y te dirán: "¡Cómo has perecido, habitada de los mares, la ciudad renombrada, que era poderosa en el mar! Ella y sus habitantes, infundÃan terror a todos sus vecinos.
"Ahora tiemblan las costas por el dÃa de tu caÃda; sÃ, las costas del mar se espantan de tu fin."
Porque asà dice el Señor Dios: Cuando yo te convierta en una ciudad desolada, como las ciudades despobladas; cuando haga subir sobre ti el abismo, y te cubran las grandes aguas,