Asà dice el Señor: Los productos de Egipto, la mercaderÃa de Cus y los sabeos, hombres de gran estatura, pasarán a ti y tuyos serán; detrás de ti caminarán, pasarán encadenados y ante ti se inclinarán. Te suplicarán: "Ciertamente Dios está contigo y no hay ningún otro, ningún otro dios."
En verdad, tú eres un Dios que te ocultas, oh Dios de Israel, Salvador.
Avergonzados y aun humillados serán todos ellos; los fabricantes de Ãdolos a una se irán humillados.
Porque asà dice el Señor que creó los cielos (El es el Dios que formó la tierra y la hizo, El la estableció y no la hizo un lugar desolado, sino que la formó para ser habitada): Yo soy el Señor y no hay ningún otro.
No he hablado en secreto, en alguna tierra oscura; no dije a la descendencia de Jacob: "Buscadme en lugar desolado." Yo, el Señor, hablo justicia y declaro lo que es recto.
ReunÃos y venid; juntos acercaos, fugitivos de las naciones. No tienen conocimiento los que llevan su Ãdolo de madera y suplican a un dios que no puede salvar.
Por mà mismo he jurado, ha salido de mi boca en justicia una palabra que no será revocada: Que ante mà se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad .
De mà dirán: "Sólo en el Señor hay justicia y fuerza." A El vendrán y serán avergonzados todos los que contra El se enojaron.
En el Señor será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.