Y el pueblo será oprimido, el uno por el otro y cada cual por su prójimo; el joven se alzará contra el anciano, y el indigno contra el honorable.
Cuando un hombre eche mano a su hermano en la casa de su padre, diciendo: Tú tienes manto, serás nuestro jefe, y estas ruinas estarán bajo tu mando,
La expresión de su rostro testifica contra ellos, y como Sodoma publican su pecado; no lo encubren. ¡Ay de ellos!, porque han traÃdo mal sobre sà mismos.
Decid a los justos que les irá bien, porque el fruto de sus obras comerán.
¡Oh pueblo mÃo! Sus opresores son muchachos, y mujeres lo dominan. Pueblo mÃo, los que te guÃan te hacen desviar y confunden el curso de tus sendas.
El Señor se levanta para contender, está en pie para juzgar a los pueblos.
Además, dijo el Señor: Puesto que las hijas de Sion son orgullosas, andan con el cuello erguido y con ojos seductores, y caminan con paso menudo haciendo tintinear las ajorcas en sus pies,
el Señor herirá con tiña el cráneo de las hijas de Sion, y el Señor desnudará sus frentes.
Aquel dÃa el Señor les quitará el adorno de las ajorcas, los tocados y las lunetas,
los pendientes, los brazaletes y los velos,
las redecillas, las cadenillas de los pies, las cintas, las cajitas de perfume y los amuletos,
los anillos y aretes de nariz,
las ropas de gala, las túnicas, los mantos y las bolsas,
los espejos, la ropa interior, los turbantes y los velos.
Y sucederá que en vez de perfume aromático habrá podredumbre; en vez de cinturón, cuerda; en vez de peinado artificioso, calvicie; en vez de ropa fina, ceñidor de cilicio; cicatriz en vez de hermosura.
Tus hombres caerán a espada, y tus poderosos en batalla.
Sus puertas se lamentarán y estarán de luto; y ella, desolada, se sentará en tierra.