Mejor es el buen nombre que el buen ungüento, y el dÃa de la muerte que el dÃa del nacimiento.
Mejor es ir a una casa de luto que ir a una casa de banquete, porque aquello es el fin de todo hombre, y al que vive lo hará reflexionar en su corazón.
Mejor es la tristeza que la risa, porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento.
El corazón de los sabios está en la casa del luto, mientras que el corazón de los necios está en la casa del placer.
Mejor es oÃr la reprensión del sabio que oÃr la canción de los necios.