BibleAll
Home
Bible
Parallel Reading
About
Contact
Login
Verse of the Day
Come unto me, all ye that labour and are heavy laden, and I will give you rest.
Matthew: 11:28
King James Versions
Tamil Bible
Alkitab Bible
American Standard Version
Bible Latinoamericana Spanish
Biblia Ave Maria
Biblia Cornilescu Română
Biblia Cristiana en Espaคol
Bà¸blia da Mulher Catขlica
Elberfelder Bible
Hebrew Bible (Tanakh)
Hindi Bible
Holy Bible in Arabic
Holy Bible KJV Apocrypha
Italian Riveduta Bible
La Bible Palore Vivante
La Bible Darby Francis
La Biblia Moderna en Espaคol
La Biblia NTV en Espaคol
Magandang Balita Biblia libre
Malayalam Bible
Marathi Bible
Tagalog Bible
Telugu Bible
The Holy Bible in Spanish
The Holy Bible RSV
The Vietnamese Bible
Urdu Bible
Zulu Bible Offline
БиблиÑ. Синодальный перевод
Punjabi Bible
Korean Bible
Select Book Name
Génesis
Éxodo
LevÃtico
Números
Deuteronomio
Josué
Rut
1 Samuel
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
2 Crónicas
Esdras
NehemÃas
Ester
Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés
Cantares
IsaÃas
JeremÃas
Lamentaciones
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
AbdÃas
Jonás
Miqueas
Nahúm
Habacuc
SofonÃas
Hageo
ZacarÃas
MalaquÃas
Mateo
Marcos
Lucas
Juan
Hechos
Romanos
1 Corintios
2 Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
1 Tesalonicenses
2 Tesalonicenses
1 Timoteo
2 Timoteo
Tito
Filemón
Hebreos
Santiago
1 Pedro
2 Pedro
1 Juan
2 Juan
3 Juan
Judas
Apocalipsis
Chapter
Verse
Go
Prev
The Holy Bible RSV
Next
Proverbios : 1
Track Name
00:00
00:00
Chapters
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel:
para aprender sabidurÃa e instrucción, para discernir dichos profundos,
para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad;
para dar a los simples prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción.
El sabio oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad,
para entender proverbio y metáfora, las palabras de los sabios y sus enigmas.
El temor del Señor es el principio de la sabidurÃa; los necios desprecian la sabidurÃa y la instrucción.
Oye, hijo mÃo, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;
porque guirnalda de gracia son para tu cabeza, y collares para tu cuello.
Hijo mÃo, si los pecadores te quieren seducir, no consientas.
Si dicen: Ven con nosotros, pongámonos al asecho para derramar sangre, sin causa asechemos al inocente,
devorémoslos vivos como el Seol, enteros, como los que descienden al abismo;
hallaremos toda clase de preciadas riquezas, llenaremos nuestras casas de botÃn;
echa tu suerte con nosotros, todos tendremos una bolsa;
hijo mÃo, no andes en el camino con ellos, aparta tu pie de su senda,
porque sus pies corren hacia el mal, y a derramar sangre se apresuran.
Porque es en vano tender la red ante los ojos de cualquier ave;
pero ellos a su propia sangre asechan, tienden lazo a sus propias vidas.
Tales son los caminos de todo el que se beneficia por la violencia: que quita la vida de sus poseedores.
La sabidurÃa clama en la calle, en las plazas alza su voz;
clama en las esquinas de las calles concurridas; a la entrada de las puertas de la ciudad pronuncia sus discursos:
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores se deleitarán en hacer burla, y los necios aborrecerán el conocimiento?
Volveos a mi reprensión: he aquÃ, derramaré mi espÃritu sobre vosotros, os haré conocer mis palabras.
Porque he llamado y habéis rehusado oÃr , he extendido mi mano y nadie ha hecho caso;
habéis desatendido todo consejo mÃo, y no habéis deseado mi reprensión;
también yo me reiré de vuestra calamidad, me burlaré cuando sobrevenga lo que teméis,
cuando venga como tormenta lo que teméis, y vuestra calamidad sobrevenga como torbellino, cuando vengan sobre vosotros tribulación y angustia.
Entonces me invocarán, pero no responderé; me buscarán con diligencia, pero no me hallarán;
porque odiaron el conocimiento, y no escogieron el temor del Señor,
ni quisieron aceptar mi consejo, y despreciaron toda mi reprensión;
comerán del fruto de su conducta, y de sus propias artimañas se hartarán.
Porque el desvÃo de los simples los matará, y la complacencia de los necios los destruirá.
Pero el que me escucha vivirá seguro, y descansará, sin temor al mal.
×
×
Save
Close