Entonces Dios dijo a Moisés: Sube hacia el Señor, tú y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel, y adoraréis desde lejos.
Sin embargo, Moisés se acercará solo al Señor, y ellos no se acercarán, ni el pueblo subirá con él.
Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras del Señor y todas las ordenanzas; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que el Señor ha dicho.
Y Moisés escribió todas las palabras del Señor. Levantándose muy de mañana, edificó un altar al pie del monte, con doce columnas por las doce tribus de Israel.
Y envió jóvenes de los hijos de Israel, que ofrecieron holocaustos y sacrificaron novillos como ofrendas de paz al Señor.
Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la otra mitad de la sangre la roció sobre el altar.
Luego tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, y ellos dijeron: Todo lo que el Señor ha dicho haremos y obedeceremos.
Entonces Moisés tomó la sangre y la roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que el Señor ha hecho con vosotros, según todas estas palabras.
Y subió Moisés con Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;
y vieron al Dios de Israel, y debajo de sus pies había como un embaldosado de zafiro, tan claro como el mismo cielo.
Mas El no extendió su mano contra los príncipes de los hijos de Israel; y ellos vieron a Dios y comieron y bebieron.
Y el Señor dijo a Moisés: Sube hasta mí, al monte, y espera allí, y te daré las tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para instrucción de ellos.
Y se levantó Moisés con Josué su ayudante, y subió Moisés al monte de Dios,
y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros. Y he aquí, Aarón y Hur están con vosotros; el que tenga algún asunto legal, acuda a ellos.
Entonces subió Moisés al monte, y la nube cubrió el monte.
Y la gloria del Señor reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día, Dios llamó a Moisés de en medio de la nube.
A los ojos de los hijos de Israel la apariencia de la gloria del Señor era como un fuego consumidor sobre la cumbre del monte.
Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.