Oh Señor, Dios mÃo, a ti pedà auxilio y me sanaste.
Oh Señor, has sacado mi alma del Seol; me has guardado con vida, para que no descienda al sepulcro.
Cantad alabanzas al Señor, vosotros sus santos, y alabad su santo nombre.
Porque su ira es sólo por un momento, pero su favor es por toda una vida; el llanto puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá el grito de alegrÃa.