El Señor extenderá desde Sion tu poderoso cetro, diciendo: Domina en medio de tus enemigos.
Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente en el dÃa de tu poder; en el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora; tu juventud es para ti como el rocÃo.
El Señor ha jurado y no se retractará: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
El Señor está a tu diestra; quebrantará reyes en el dÃa de su ira.
Juzgará entre las naciones, las llenará de cadáveres, quebrantará cabezas sobre la ancha tierra.
Beberá del arroyo en el camino; por tanto El levantará la cabeza.