Y ellos le respondieron, diciendo: Si eres bueno con este pueblo y les complaces y les dices buenas palabras, entonces ellos serán tus siervos para siempre.
El rey no escuchó al pueblo, porque esto venÃa de parte de Dios, para que el Señor confirmara la palabra que El habÃa hablado por medio de AhÃas silonita a Jeroboam, hijo de Nabat.