Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
HilcÃas el segundo, TebalÃas el tercero, ZacarÃas el cuarto; todos los hijos y parientes de Hosa fueron trece.
A estas clases de los porteros, a los hombres principales, se les dieron deberes, al igual que a sus parientes, para servir en la casa del Señor.
Y echaron suertes, tanto los pequeños como los grandes, conforme a sus casas paternas, para cada puerta.
Y la suerte para la oriental cayó a SelemÃas. Entonces echaron suertes para su hijo ZacarÃas, consejero entendido, y le tocó en suerte la del norte.
A Obed-edom le tocó la del sur, y a sus hijos los almacenes.
Para Supim y Hosa les tocó la del occidente, junto a la puerta de Salequet, en el camino de subida. Guardia con guardia se correspondÃan:
Consagraron parte del botÃn ganado en batalla para reparar la casa del Señor.
Y todo lo que habÃa consagrado el vidente Samuel, y Saúl, hijo de Cis, y Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Sarvia, todo lo consagrado estaba a cargo de Selomit y sus parientes.
En cuanto a los izharitas, QuenanÃas y sus hijos fueron asignados para los negocios exteriores de Israel, como oficiales y jueces.
En cuanto a los hebronitas, HasabÃas y sus parientes, mil setecientos hombres de valor, estaban a cargo de los negocios de Israel al occidente del Jordán, de toda la obra del Señor y del servicio del rey.
En cuanto a los hebronitas, JerÃas era el jefe (estos hebronitas fueron investigados en relación con sus genealogÃas y casas paternas en el año cuarenta del reinado de David, y hombres muy capaces fueron hallados entre ellos en Jazer de Galaad)