Joab dio al rey la cifra del censo del pueblo: habÃa en Israel ochocientos mil hombres valientes que sacaban espada, y los de Judá eran quinientos mil hombres.
Respondió David a Gad: Estoy muy angustiado. Te ruego que nos dejes caer en manos del Señor porque grandes son sus misericordias, pero no caiga yo en manos de hombre.
Y el Señor envió pestilencia sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y desde Dan hasta Beerseba murieron setenta mil hombres del pueblo.
Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que parezca bien a sus ojos. Mira, los bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para la leña.
Todo, oh rey, Arauna lo da al rey. Y Arauna dijo al rey: Que el Señor tu Dios te sea propicio.
Y allà edificó David un altar al Señor, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. El Señor escuchó la súplica por la tierra y la plaga fue detenida en Israel.