Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
Estas son las últimas palabras de David. Declara David, el hijo de IsaÃ, y declara el hombre que fue exaltado, el ungido del Dios de Jacob, el dulce salmista de Israel:
El EspÃritu del Señor habló por mÃ, y su palabra estuvo en mi lengua.
Dijo el Dios de Israel, me habló la Roca de Israel: "El que con justicia gobierna sobre los hombres, que en el temor de Dios gobierna,
es como la luz de la mañana cuando se levanta el sol en una mañana sin nubes, cuando brota de la tierra la tierna hierba por el resplandor del sol tras la lluvia."
En verdad, ¿no es asà mi casa para con Dios? Pues El ha hecho conmigo un pacto eterno, ordenado en todo y seguro. Porque toda mi salvación y todo mi deseo, ¿no los hará ciertamente germinar?
Mas los indignos, todos ellos serán arrojados como espinos, porque no pueden ser tomados con la mano;
y el hombre que los toque ha de estar armado con hierro y con asta de lanza, y por fuego serán consumidos completamente en su lugar.
Descendieron tres de los treinta jefes y fueron a David en la cueva de Adulam al tiempo de la cosecha, mientras la tropa de los filisteos acampaba en el valle de RefaÃm.