Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre de este mi juramento; sólo que no lleves allá a mi hijo.
Y el siervo puso la mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este asunto.
Entonces el siervo tomó diez camellos de entre los camellos de su señor, y partió con toda clase de bienes de su señor en su mano; y se levantó y fue a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
E hizo arrodillar a los camellos fuera de la ciudad junto al pozo de agua, al atardecer, a la hora en que las mujeres salen por agua,
Y sucedió que antes de haber terminado de hablar, he aquà que Rebeca, hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham, salió con el cántaro sobre su hombro.
La joven era muy hermosa, virgen, ningún hombre la habÃa conocido; bajó ella a la fuente, llenó su cántaro y subió.
Entonces el siervo corrió a su encuentro, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
Y ella dijo: Bebe, señor mÃo. Y enseguida bajó el cántaro a su mano, y le dio de beber.
Y aconteció que cuando los camellos habÃan terminado de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez siclos de oro,
Ella le respondió: Soy hija de Betuel, el hijo que Milca dio a luz a Nacor.
Y le dijo además: Tenemos suficiente paja y forraje, y lugar para hospedarse.
Entonces el hombre se postró y adoró al Señor,
y dijo: Bendito sea el Señor, Dios de mi señor Abraham, que no ha dejado de mostrar su misericordia y su fidelidad hacia mi señor; y el Señor me ha guiado en el camino a la casa de los hermanos de mi señor.
La joven corrió y contó estas cosas a los de la casa de su madre.
Y Rebeca tenÃa un hermano que se llamaba Labán; y Labán salió corriendo hacia el hombre, afuera, a la fuente.
Y el Señor ha bendecido en gran manera a mi señor, que se ha enriquecido, y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
he aquÃ, estoy parado junto a la fuente de agua; que la doncella que salga a sacar agua, y a quien yo diga: 'Te ruego que me des de beber un poco de agua de tu cántaro',
Antes de que yo hubiera terminado de hablar en mi corazón, he aquÃ, Rebeca salió con su cántaro al hombro, y bajó a la fuente y sacó agua, y yo le dije: "Te ruego que me des de beber."
Y enviaron a su hermana Rebeca y a su nodriza con el siervo de Abraham y sus hombres.
Y bendijeron a Rebeca y le dijeron: Que tú, hermana nuestra, te conviertas en millares de mirÃadas, y posean tus descendientes la puerta de los que los aborrecen.
Y se levantó Rebeca con sus doncellas y, montadas en los camellos, siguieron al hombre. El siervo, pues, tomó a Rebeca y partió.
Isaac habÃa venido a Beer-lajai-roi, pues habitaba en la tierra del Neguev.
Y por la tarde Isaac salió a meditar al campo; y alzó los ojos y miró, y he aquÃ, venÃan unos camellos.
Rebeca alzó los ojos, y cuando vio a Isaac, bajó del camello,