Y Booz tomó diez hombres de los ancianos de la ciudad, y les dijo: Sentaos aquÃ. Y ellos se sentaron.
Entonces dijo al pariente más cercano: NoemÃ, que volvió de la tierra de Moab, tiene que vender la parte de la tierra que pertenecÃa a nuestro hermano Elimelec.
Y el pariente más cercano respondió: No puedo redimirla para mà mismo, no sea que perjudique mi heredad. RedÃmela para ti; usa tú mi derecho de redención, pues yo no puedo redimirla.
El pariente más cercano dijo a Booz: Cómprala para ti. Y se quitó la sandalia.
Entonces Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy que he comprado de la mano de Noemà todo lo que pertenecÃa a Elimelec y todo lo que pertenecÃa a Quelión y a Mahlón.
Además, he adquirido a Rut la moabita, la viuda de Mahlón, para que sea mi mujer a fin de preservar el nombre del difunto en su heredad, para que el nombre del difunto no sea cortado de sus hermanos, ni del atrio de su lugar de nacimiento; vosotros sois testigos hoy.