Y tenÃa Noemà un pariente de su marido, un hombre de mucha riqueza, de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz.
Y Rut la moabita dijo a NoemÃ: Te ruego que me dejes ir al campo a recoger espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mÃa.
Partió, pues, y fue y espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que fue a la parte del campo que pertenecÃa a Booz, que era de la familia de Elimelec.
Y el siervo a cargo de los segadores respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemà de la tierra de Moab.
Y ella dijo: "Te ruego que me dejes espigar y recoger tras los segadores entre las gavillas." Y vino y ha permanecido desde la mañana hasta ahora; sólo se ha sentado en la casa por un momento.
FÃjate en el campo donde ellas siegan y sÃguelas, pues he ordenado a los siervos que no te molesten. Cuando tengas sed, ve a las vasijas y bebe del agua que sacan los siervos.
Que el Señor recompense tu obra y que tu remuneración sea completa de parte del Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.
Entonces ella dijo: Señor mÃo, he hallado gracia ante tus ojos, porque me has consolado y en verdad has hablado con bondad a tu sierva, aunque yo no soy como una de tus siervas.