sin padre, sin madre, sin genealogÃa, no teniendo principio de dÃas ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad.
Considerad, pues, la grandeza de este hombre a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botÃn.
(pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.
Y por cuanto no fue sin juramento,
pues en verdad ellos llegaron a ser sacerdotes sin juramento, pero El por un juramento del que le dijo: El Señor ha juradoy no cambiara: "Tu eres sacerdote para siempre",
por eso, Jesús ha venido a ser fiador de un mejor pacto.
Los sacerdotes anteriores eran más numerosos porque la muerte les impedÃa continuar,
pero El conserva su sacerdocio inmutable puesto que permanece para siempre.