y da orden al pueblo, diciendo: 'Vais a pasar por el territorio de vuestros hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seir, y os tendrán miedo. Asà que tened mucho cuidado;
Pasamos, pues, de largo a nuestros hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seir, lejos del camino de Arabá, lejos de Elat y de Ezión-geber. Y nos volvimos, y pasamos por el camino del desierto de Moab.
Los horeos habitaron antes en Seir, pero los hijos de Esaú los desalojaron y los destruyeron delante de ellos, y se establecieron en su lugar, tal como Israel hizo con la tierra que el Señor les dio en posesión.)
"Levantaos ahora, y cruzad el torrente de Zered." Y cruzamos el torrente de Zered.
Y el tiempo que nos llevó para venir de Cades-barnea, hasta que cruzamos el torrente de Zered, fue de treinta y ocho años; hasta que pereció toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como el Señor les habÃa jurado.
Además, la mano del Señor fue contra ellos, para destruirlos de en medio del campamento, hasta que todos perecieron.
Y aconteció que cuando todos los hombres de guerra habÃan ya perecido de entre el pueblo,
pueblo grande, numeroso y alto como los anaceos, pero que el Señor destruyó delante de ellos. Y los amonitas los desalojaron y se establecieron en su lugar,
tal como Dios hizo con los hijos de Esaú, que habitan en Seir, cuando destruyó a los horeos delante de ellos; y ellos los desalojaron, y se establecieron en su lugar hasta hoy.
Y a los aveos que habitaban en aldeas hasta Gaza, los caftoreos, que salieron de Caftor, los destruyeron y se establecieron en su lugar.)
tal como hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitan en Seir, y los moabitas que habitan en Ar, hasta que cruce el Jordán a la tierra que el Señor nuestro Dios nos da."
Pero Sehón, rey de Hesbón, no quiso dejarnos pasar por su tierra porque el Señor tu Dios endureció su espÃritu e hizo obstinado su corazón, a fin de entregarlo en tus manos, como lo está hoy.
Y el Señor me dijo: "Mira, he comenzado a entregar a Sehón y su tierra en tus manos. Comienza a ocuparla para que poseas la tierra."
Entonces Sehón salió con todo su pueblo a encontrarnos en batalla en Jahaza.
En aquel tiempo tomamos todas sus ciudades, y exterminamos a hombres, mujeres y niños de cada ciudad. No dejamos ningún sobreviviente.
Tomamos solamente como nuestro botÃn los animales y los despojos de las ciudades que habÃamos capturado.
Desde Aroer, que está a la orilla del valle del Arnón, y desde la ciudad que está en el valle, aun hasta Galaad, no hubo ciudad inaccesible para nosotros; el Señor nuestro Dios nos las entregó todas.
Solamente no te acercaste a la tierra de los hijos de Amón, a todo lo largo del arroyo Jaboc, ni a las ciudades del monte, todo lo que el Señor nuestro Dios habÃa prohibido.