Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso necesitamos, como algunos, cartas de recomendación para vosotros o de parte de vosotros?
Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leÃda por todos los hombres,
siendo manifiesto que sois carta de Cristo redactada por nosotros, no escrita con tinta, sino con el EspÃritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de corazones humanos.
Y esta confianza tenemos hacia Dios por medio de Cristo:
no que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios,
Pero el entendimiento de ellos se endureció; porque hasta el dÃa de hoy, en la lectura del antiguo pacto el mismo velo permanece sin alzarse, pues sólo en Cristo es quitado.
pero cuando alguno se vuelve al Señor, el velo es quitado.
Ahora bien, el Señor es el EspÃritu; y donde está el EspÃritu del Señor, hay libertad.
Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el EspÃritu.