Y Jonás se levantó y fue a NÃnive conforme a la palabra del Señor. Y NÃnive era una ciudad sumamente grande, de un recorrido de tres dÃas.
Jonás comenzó a recorrer la ciudad camino de un dÃa, y proclamaba, diciendo: Dentro de cuarenta dÃas NÃnive será arrasada.
Y los habitantes de NÃnive creyeron en Dios, y proclamaron ayuno y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.
Cuando llegó la noticia al rey de NÃnive, se levantó de su trono, se despojó de su manto, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.
E hizo proclamar y anunciar en NÃnive, por decreto del rey y de sus grandes, diciendo: Ni hombre ni bestia, ni buey ni oveja prueben cosa alguna; no pasten ni beban agua,