Decid a vuestros hermanos: AmmÃ, y a vuestras hermanas: Ruhamá.
Contended con vuestra madre, contended, porque ella no es mi mujer, y yo no soy su marido; que quite, pues, de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus pechos;
no sea que yo la desnude completamente y la deje como el dÃa en que nació, y la ponga como un desierto, la reduzca a tierra seca y la mate de sed.