Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Y el Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá, y algunos de los utensilios de la casa de Dios; los llevó a la tierra de Sinar, a la casa de su dios, colocando los utensilios en la casa del tesoro de su dios.
Entonces el rey mandó a Aspenaz, jefe de sus oficiales, que trajera de los hijos de Israel a algunos de la familia real y de los nobles,
jóvenes en quienes no hubiera defecto alguno, de buen parecer, inteligentes en toda rama del saber, dotados de entendimiento y habilidad para discernir y que tuvieran la capacidad para servir en el palacio del rey; y le mandó que les enseñara la escritura y la lengua de los caldeos.
Los escuchó, pues, en esto y los puso a prueba por diez dÃas.
Al cabo de los diez dÃas su aspecto parecÃa mejor y estaban más rollizos que todos los jóvenes que habÃan estado comiendo los manjares del rey.
Asà que el mayordomo siguió suprimiendo los manjares y el vino que debÃan beber, y les daba legumbres.
A estos cuatro jóvenes Dios les dio conocimiento e inteligencia en toda clase de literatura y sabidurÃa; además Daniel entendÃa toda clase de visiones y sueños.
Al cabo de los dÃas que el rey habÃa fijado para que fueran presentados, el jefe de los oficiales los trajo ante Nabucodonosor.
El rey habló con ellos, y de entre todos ellos no se halló ninguno como Daniel, AnanÃas, Misael y AzarÃas; entraron, pues, al servicio del rey.
Y en todo asunto de sabidurÃa y conocimiento que el rey les consultó, los encontró diez veces superiores a todos los magos y encantadores que habÃa en todo su reino.
Daniel estuvo allà hasta el año primero del rey Ciro.