Tomó, pues, el capitán de la guardia a JeremÃas, y le dijo: El Señor tu Dios decretó esta calamidad contra este lugar,
y el Señorla ha traÃdo y hecho tal como habÃa dicho. Porque vosotros pecasteis contra el Señor y no escuchasteis su voz, por tanto os ha sucedido esto.
Y todos los capitanes de las tropas que estaban en el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia habÃa puesto a GedalÃas, hijo de Ahicam, para gobernar la tierra, y que le habÃa encomendado los hombres, mujeres y niños y los más pobres de la tierra que no habÃan sido deportados a Babilonia.
Fueron, pues, a GedalÃas en Mizpa, junto con Ismael, hijo de NetanÃas, y Johanán y Jonatán, hijos de Carea, y SeraÃas, hijo de Tanhumet, y los hijos de Efai netofatita, y JezanÃas, hijo de un maacateo, ellos y sus hombres.
Entonces GedalÃas, hijo de Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres, diciendo: No temáis servir a los caldeos; quedaos en la tierra y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.
Asimismo todos los judÃos que estaban en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que estaban en todos los demás paÃses, oyeron que el rey de Babilonia habÃa dejado un remanente en Judá y que habÃa puesto para gobernar sobre ellos a GedalÃas, hijo de Ahicam, hijo de Safán.
Entonces todos los judÃos regresaron de todos los lugares adonde habÃan sido dispersados, y vinieron a la tierra de Judá, a GedalÃas en Mizpa, y recogieron vino y frutos de verano en gran abundancia.
Y Johanán, hijo de Carea, y todos los capitanes de las tropas que estaban en el campo vinieron a GedalÃas en Mizpa,
y le dijeron: ¿Sabes que Baalis, rey de los hijos de Amón, ha enviado a Ismael, hijo de NetanÃas, para quitarte la vida? Pero GedalÃas, hijo de Ahicam, no les creyó.