Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Y JeremÃas dijo: Vino a mà la palabra del Señor, diciendo:
"He aquÃ, Hanameel, hijo de tu tÃo Salum, viene a ti, diciendo: 'Cómprate el campo que tengo en Anatot, porque tú tienes el derecho de rescate para comprarlo.'"
Y vino a mà Hanameel, hijo de mi tÃo, al patio de la guardia conforme a la palabra del Señor, y me dijo: "Te ruego que compres el campo que tengo en Anatot, que está en la tierra de BenjamÃn, porque tú tienes el derecho de posesión y el rescate es tuyo; cómpralo para ti." Entonces supe que esta era la palabra del Señor.
y di la escritura de compra a Baruc, hijo de NerÃas, hijo de MaasÃas, en presencia de Hanameel, hijo de mi tÃo, en presencia de los testigos que firmaron la escritura de compra y en presencia de todos los judÃos que se encontraban en el patio de la guardia.
Y di orden a Baruc en presencia de ellos, diciendo:
grande en consejo y poderoso en obras, cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno conforme a sus caminos y conforme al fruto de sus obras.
"Tú realizaste señales y portentos en la tierra de Egipto hasta este dÃa, y en Israel y entre los hombres, y te has hecho un nombre, como se ve hoy.
"Y sacaste a tu pueblo Israel de la tierra de Egipto con señales y portentos, con mano fuerte y con brazo extendido y con gran terror,
y les diste esta tierra, que habÃas jurado dar a sus padres, tierra que mana leche y miel.
"Y ellos entraron y tomaron posesión de ella, pero no obedecieron tu voz ni anduvieron en tu ley; no hicieron nada de todo lo que les mandaste hacer; por tanto tú has hecho venir sobre ellos toda esta calamidad.
"He aquÃ, los terraplenes de asalto han llegado a la ciudad para tomarla, y la ciudad va a ser entregada en manos de los caldeos que pelean contra ella, por causa de la espada, el hambre y la pestilencia; lo que habÃas hablado ha venido a ser, y he aquÃ, tú lo estás viendo.
"Y tú me has dicho, oh Señor Dios: 'Cómprate el campo con dinero, y llama testigos'; aunque la ciudad sea entregada en manos de los caldeos."
Entonces vino palabra del Señor a JeremÃas, diciendo:
He aquÃ, yo soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para mÃ?
Y entrarán los caldeos que atacan esta ciudad, prenderán fuego a la ciudad y la quemarán, junto con las casas en las que han ofrecido incienso a Baal sobre sus terrazas y han derramado libaciones a otros dioses para provocarme a ira.
Porque los hijos de Israel y los hijos de Judá sólo han hecho lo malo ante mis ojos desde su juventud; ciertamente los hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con la obra de sus manos--declara el Señor.
Porque motivo de mi ira y de mi furor ha sido esta ciudad para mÃ, desde el dÃa en que la edificaron hasta hoy, de modo que será quitada de mi presencia
Ellos me dieron la espalda, y no el rostro; aunque les enseñaba, enseñándoles una y otra vez, no escucharon ni aceptaron corrección,
sino que pusieron sus abominaciones en la casa que es llamada por mi nombre, profanándola.
Y edificaron los lugares altos de Baal que están en el valle de Ben-hinom, para hacer pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas en honor de Moloc, lo cual no les habÃa mandado, ni me pasó por la mente que ellos cometieran esta abominación, para hacer que Judá pecara.
Ahora pues, asà dice el Señor, Dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual vosotros decÃs: "Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la pestilencia."
Porque asà dice el Señor: "Como he traÃdo a este pueblo toda esta gran calamidad asà he de traer sobre ellos todo el bien que les prometo.
"Y se comprarán campos en esta tierra de la cual decÃs vosotros: 'Es una desolación, sin hombres ni animales; entregada está en mano de los caldeos.'