Y sucedió que el mismo año, al principio del reinado de SedequÃas, rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, el profeta HananÃas, hijo de Azur, que era de Gabaón, me habló en la casa del Señor en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo, diciendo:
El profeta JeremÃas respondió al profeta HananÃas en presencia de los sacerdotes y en presencia de todo el pueblo que estaba de pie en la casa del Señor;
Pero oye ahora esta palabra que voy a hablar a tus oÃdos y a oÃdos de todo el pueblo:
Los profetas que fueron antes de mà y antes de ti desde la antigüedad, profetizaron guerra, calamidad y pestilencia contra muchas tierras y contra grandes reinos.
Si un profeta profetiza paz, cuando la palabra del profeta se cumpla, entonces ese profeta será conocido como el que el Señor en verdad ha enviado.
Entonces el profeta HananÃas quitó el yugo del cuello del profeta JeremÃas y lo rompió.
Y el profeta JeremÃas dijo al profeta HananÃas: Escucha ahora, HananÃas, el Señor no te ha enviado, y tú has hecho que este pueblo confÃe en una mentira.
Por tanto, asà dice el Señor: "He aquÃ, te voy a quitar de sobre la faz de la tierra. Este año morirás, porque has aconsejado la rebelión contra el Señor."