Ahora han sido creadas, y no hace tiempo, y antes de hoy no las habÃas oÃdo, para que no digas: "He aquÃ, yo las conocÃa."
SÃ, tú no las oÃste, ni nunca las conociste; ciertamente, no habÃan sido abiertos de antemano tus oÃdos, porque yo sabÃa que obrarÃas con mucha perfidia, y rebelde te han llamado desde el seno materno.
Por amor a mi nombre contengo mi ira, y para mi alabanza la reprimo contigo a fin de no destruirte.
He aquÃ, te he purificado, pero no como a plata; te he probado en el crisol de la aflicción.
Yo, yo he hablado, en verdad lo he llamado, lo he traÃdo; y su camino prosperará.
Acercaos a mÃ, escuchad esto: Desde el principio no he hablado en secreto, desde el momento en que sucedió, allà estaba yo. Y ahora me ha enviado el Señor Dios, y su EspÃritu.
Asà dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña para tu beneficio, que te conduce por el camino en que debes andar.
¡Si tan sólo hubieras atendido a mis mandamientos! Entonces habrÃa sido tu paz como un rÃo, y tu justicia como las olas del mar.
SerÃa como la arena tu descendencia, y tus hijos como sus granos; nunca habrÃa sido cortado ni borrado su nombre de mi presencia.
Salid de Babilonia, huid de los caldeos; con voz de júbilo anunciad, proclamad esto, publicadlo hasta los confines de la tierra; decid: El Señor ha redimido a su siervo Jacob.
No padecieron sed cuando El los condujo por los desiertos; hizo que brotara agua de la roca para ellos, partió la peña, y las aguas corrieron.