Exaltado es el Señor, pues mora en lo alto; ha llenado a Sion de derecho y de justicia.
El será la seguridad de tus tiempos, abundancia de salvación, sabidurÃa y conocimiento; el temor del Señor es tu tesoro.
He aquÃ, sus valientes claman en las calles, los mensajeros de paz lloran amargamente.
Las calzadas están desiertas, el transeúnte ya no pasa; ha quebrantado el pacto, ha despreciado las ciudades, no tiene en estima al hombre.
De duelo está la tierra y languidece, el LÃbano está avergonzado y se marchita; Sarón es como una llanura desierta, y pierden su follaje Basán y el Carmelo.
El que anda en justicia y habla con sinceridad, el que rehúsa la ganancia injusta, y se sacude las manos para que no retengan soborno; el que se tapa los oÃdos para no oÃr de derramamiento de sangre, y cierra los ojos para no ver el mal;
Porque el Señor es nuestro juez, el Señor es nuestro legislador, el Señor es nuestro rey; El nos salvará.
Se han aflojado tus cuerdas; no pueden sostener firme el mástil ni entesar la vela. Entonces será repartida la presa de un abundante botÃn; los cojos se llevarán los despojos.
Ningún habitante dirá: Estoy enfermo; al pueblo que allà habita, le será perdonada su iniquidad.