No hay hombre que tenga potestad para refrenar el viento con el viento, ni potestad sobre el dÃa de la muerte; y no se da licencia en tiempo de guerra, ni la impiedad salvará a los que la practican.
Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en toda obra que se hace bajo el sol, cuando el hombre domina a otro hombre para su mal.
Como la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, por eso el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal.
y vi toda la obra de Dios, decidà que el hombre no puede descubrir la obra que se ha hecho bajo el sol. Aunque el hombre busque con afán, no la descubrirá; y aunque el sabio diga que la conoce, no puede descubrirla .